Todos en la vida tenemos una forma de proyectar nuestros miedos o inquietudes, nuestra inseguridad hace que en ciertos momentos nos comportemos como personas que realmente no somos, queriendo aparentar justamente lo contrario "Estoy segur@ de mi" y quizás esta falsa nube de humo sobre la que nos posamos hace que nos equivoquemos en muchos casos, pero este no es el error, el error es no permitirnos habernos equivocado y seguir arrastrando ese saco de falsas creencias.
Dicen que es más fácil aprender del Éxito que no de la derrota, bajo mi punto de vista siempre he creído que no es así o por lo menos a mi es lo que me ha ayudado, aprender de mis errores y de los errores que cometieron conmigo, saber cuando me he equivocado, luego está el reconocerlo, el gran paso desconocido para mucha gente, el escalón que nos saltamos para evitar herir nuestro orgullo, hay veces que no somos conscientes de que una ingesta de orgullo puede ser menor que el daño causado al no querer reconocer que somos seres humanos y que la equivocación es justa si va acompañada de una corrección adecuada.
Esa falsa seguridad que tanto daño puede causarnos no es más que el fantasma que quiere ocultar lo que en realidad somos, personas vulnerables tratando de demostrar siempre algo a los demás y buscando su aceptación.
Cuando vas por la vida dando tumbos, de un lado al otro sin tener claro que es lo que sientes, quieres o necesitas, lo más fácil es enfocar lo que realmente tienes claro que no quieres, entonces todo será más fácil, ser fiel a tus ideales y creencias y sobre todo tener EMPATÍA.
Este escrito no es mío, pero lo he copiado para argumentar un poco más mi punto de vista.
La personalidad como herramienta
A la hora de superar los problemas y
convertirlos en escalones para el éxito, cada persona tiene diferentes
capacidades; existe un grupo de personas que saben reaccionar de la
mejor manera ante los contratiempos y aprender de ellos; existen
individuos solucionadores de conflictos incapaces de sacar algo bueno de
la situación; y también está un último grupo incapaz de afrontar los
conflictos y cuando lo hace termina atrapado en un remolino de cosas
negativas. Aún así, tanto si perteneces al
segundo grupo o al tercero, la personalidad aunque es poco elástica se
puede moldear para adquirir herramientas
que te permitan superar los conflictos y obtener de ellos un beneficio
que impacte en tu futuro. Los pertenecientes al primer grupo no la
tienen tampoco fácil, para resolver eficientemente los problemas están
sometidos a niveles muy altos de estrés y experimentan los mismos miedos
e inseguridades que los demás --la diferencia está en que no se dejan
amedrentar por la situación.
