¿ESTÁS EN PAZ CONTIGO MISMO?

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Siempre había creído que tenerlo todo controlado era lo mejor para mí, nada de imprevistos, nada de espontaneidad, cuanto más controlamos más seguros estamos de nosotros mismos,  hacemos más nuestra la vida que llevamos (controlamos) ordenamos a nuestra mente cual es el mejor camino a seguir, que es lo correcto o bien que es lo que los demás esperan de nosotros,  porque la imagen es muy importante,  el ir poniéndote caretas dependiendo de donde estés, de con quien estés, es muy importante, caemos en el falso mito de que cuantas más caretas tenemos a más gente caeremos bien, estaremos mejor considerados socialmente (Falsa observación)  he llegado a la conclusión de que no se puede ser ángel y querer vivir en el infierno  o a la inversa.
¿Cuánto de nosotros es real? y ¿cuánto de nosotros es falso? Nos pasamos tanto tiempo en encontrar la aceptación de los demás, que nos olvidamos de nosotros mismos, de lo que realmente queremos ser.
Muchos pensaréis... ¡si yo tengo claro quién soy, porque me conozco perfectamente! ¡Quien me va a conocer mejor que yo! 
No me refiero únicamente a la imagen que queremos proyectar sobre los demás,  me refiero a la persona que llevamos dentro, que tampoco son el  ángel y el demonio que batallan entre lo que está bien y lo que está mal, voy más allá,  hablo de lo que nuestro cuerpo necesita,  que no es para nada lo que nuestra mente le ordena (Observaciones anteriores)
Todo esto puede resultar un poco extraño pero es mucho más simple de lo que parece,  cuantos de nosotros expresamos lo que sentimos, decimos lo que pensamos, conocemos ese interior aunque solo sea un poquito, dedicamos tiempo en cerrar los ojos, respirar y concentrarnos en nuestras  manos, nuestros pies, en la sensación de sentir cada parte que compone nuestro cuerpo, en definitiva, tomar conciencia de que nuestro cuerpo no sólo es una capa de musculo,  que decoramos con ropa y accesorios para agradarnos al mirarnos al espejo y sobre todo agradar a los demás, hablo de mirar al espejo del alma y sentir el latir de  nuestro corazón, ni triste ni alegre, simplemente latiendo, hablo de escuchar un cuerpo, nuestro cuerpo,  porque únicamente él es el que nos va a decir la verdad de quienes somos realmente, de lo que queremos,  él que se manifiesta a modo de dolores, constipados y enfermedades,  no tiene otro medio de expresarse, porque él es esa vocecilla interior que nadie quiere oír, porque nuestra vida acelerada no nos lo permite o porque simplemente nos da miedo lo que pueda contarnos.
A estas alturas aunque no lo parezca no hemos enseñado a nuestro EGO a equivocarse, pensamos que ya somos demasiado mayores para caernos y preferimos seguir arrastrando los pies que aprender a andar...a estas alturas aún no hemos aprendido a que nuestro cuerpo y nuestra mente se unan para ser la misma persona, van por caminos distintos, nuestra mente busca una imagen social, una fachada o escaparate y nuestro cuerpo es el niño insistente tirando del brazo de su madre para que le preste un poco de atención.
Sé que es complicado, pero estaría bien que cada uno de nosotros hiciese una terapia de autocrítica, ver donde nos equivocamos, ser  humildes con nosotros mismos, desgranar estos pensamientos negativos que nos llevan a creer que el control de nuestros sentimientos nos ayuda en nuestra vida,  seguro que si vas estirando de ellos, te llevarán a un lugar que aunque no te guste y sea espinoso, te dará muchas respuestas, porque si no eres leal contigo mismo nunca podrás estar en PAZ.

 

FELIZ DÍA DEL PADRE

No quiero volver a escuchar eso que se suele decir, yo no tengo padre pero nunca me hizo falta, tengo madre e hizo el trabajo de los dos.
Sí, en alguna ocasión lo dije pero con el paso del tiempo te das cuenta de que no, tu madre como madre se desvive por ti y por tus hermanos, lucha y hace lo que haga falta por sacar adelante a su familia, es capaz de trabajar fuera y dentro de casa y estar al cuidado de sus hijos,  papel nada fácil, por no decir el más difícil, pero no nos equivoquemos necesitamos ese perfil de padre que todas las niñ@s tenemos, aquel que corre a tus brazos para darte protección en una mala caída y decirte que no pasa nada, que hay que seguir andando, ese que hace que seas la más bonita y la más especial, sólo él tiene la clave para hacerte sentir única. ¿Qué bonito verdad?
Eso es lo que tendrían que hacer los padres, porque después creces y vuelves la mirada atrás y te preguntas, ¿Que me enseñó mi padre? ¿Qué me dio? ¿Me dio lo que necesitaba? ¿ realmente se esforzó por dármelo? y no me refiero a lo material, me refiero a lo moral, al cariño, el  hacer sentir a tus hijos que pueden estar tranquilos y seguros porque su padre está con ellos,  no es cuestión de tiempo, es cuestión de ganas y dedicación, es que creces y la infancia pasa y luego sientes que la vida es tan injusta como sabia, nos regala la experiencia de ser padres  pero no vienen con manual de instrucciones "para padres torpes" entonces es cuando te das cuenta de lo que no quieres para ellos, que quieres mejorar la versión de tu padre porque consideras que ya es antigua y obsoleta y no quieres que el día de mañana sientan carencias y que entiendan que a pesar de esa mano de disciplina que todos los padres han de tener, cuentan con una mano de cariño esperando el momento en el que lo necesiten.
No tenemos experiencia para educar, pero contamos con el sentido común y con nuestra vivencia personal y eso es una ventaja, aun así será difícil, tenemos esos "Defectillos" heredados de los cuales cuesta tanto desprenderse.
Los padres son el referente de los hijos y nosotros estamos a tiempo de cambiar todo aquello en lo que nuestros padres se equivocaron, porque nuestros hijos seguirán nuestros pasos,  intentemos que el día de mañana cuando ellos echen la vista atrás, sientan que sus padres fueron los mejores y se sientan orgullosos, porque aun siendo también una versión mejorable, nunca notaron que sus padres no estaban, es más, incluso hasta sintieron todo su cariño y alegría durante esos partidos de  fútbol, paseos en bici y tardes en el parque.
Por eso, hoy felicito a todos los padres que hacen lo posible por intentar ser el padre perfecto que nunca tuvieron y  a los que sí, que disfruten de cada momento vivido porque cada uno de ellos será ÚNICO.

Yo no soy padre, soy madre y sé de lo que hablo porque sé lo que me habría gustado que hiciese el mío.

Feliz día del padre, allí donde quiera que estés, allí donde la vida te mandó, la mala vida que te diste, celébralo... si puedes.

¿EN MI PRÓXIMA VIDA QUIERO SER HOMBRE? ¡DISCÚLPENME PERO NO!

¡Hoy 8 de marzo, soy mujer y es mi día!
Eso significa que quizás dicho acontecimiento conlleve a que me den fiesta en casa, que el interruptor de sabelotodo se apague por unas horas...
¿Mamá donde están mis bambas? ¿Y mi mochila del fútbol?
 No sé cariño.
¡Pues no puede ser, si tú lo sabes todo!   
Quizás ese interruptor se apague  o que  el cesto de la ropa sucia te diga hoy te puedes tomar el día libre que yo mismo  meto la ropa en la lavadora y en el momento que acabe la tiendo, quizás al salir del baño medio adormilada, las camas se hayan hecho y al bajar a la cocina tenga el desayuno preparado, con una pequeña nota que diga ¡Hoy es tu día y te lo mereces! Gracias por ser la mujer de esta casa, sin ti no sería lo mismo.
Pero no, hoy todo será igual que el resto de los 364 días del año (excepto los bisiestos, entonces es uno más) y seguiré al pie del cañón porque he sido mujer trabajadora desde que tenía 13 años, ahora soy madre de mis hijos, ama de casa de profesión y mujer de mi marido, pero principalmente y ante todo SOY MUJER.
En algún momento he tenido mis dudas, pero hoy por hoy, bajo mi punto de vista, ser hombre es mucho más fácil, en definitiva creo que tiene más ventajas,  pero aun sabiendo que mi camino es mucho más difícil por el simple hecho de ser mujer me siento orgullosa de serlo, soy un pilar importante en mi casa, me crezco ante la adversidad, cuando el sol se apaga, le canto para brille con más fuerza,  observo a los míos detenidamente, sé cuándo les pasa algo antes de que me digan nada y les quiero y abrazo para que todo pase de un modo más ameno, si me necesitan ahí estoy y si no, activo el modo espera para cuando llegue ese momento.
Mi servicio es de 24 horas, sin descanso, no duermo a pata suelta, aunque quizás nunca lo hice, siempre estoy pendiente de esa voz de madrugada que me llama por mi nombre, mamá, porque sí, soy madre y ese es el privilegio más grande que tenemos las mujeres,  somos afortunadas, somos madres, para mí, el sumun de la mujer, pero siento que es triste que después de tantos años, tengamos que celebrar un día en nuestro nombre, porque a pesar de que estamos en el siglo XXI por desgracia el mundo o los que vivimos en él seguimos siendo un poco machistas, solo espero poder ver algún día que el 8 de marzo simplemente sea un día más.

¿QUE SI EN MI PRÓXIMA VIDA QUIERO SER HOMBRE?
¡Discúlpenme, pero no!
Soy muy feliz siendo mujer,  Gracias.

EL MUNDO NO CAMBIA, NUESTRA APTITUD LO DEFINE

Era se una vez una niña que creía en los cuentos de fantasías, en los príncipes apuestos montados a caballo, en las Navidades blancas y decoradas, con todos esos árboles iluminados  a rebosar de regalos, incluso se imaginaba en el regazo de Papá Noel entregando su carta, creía en tocar las estrellas sin ni tan siquiera llegar al cielo, incluso hasta que la luna la acompañaba al andar para alumbrar su camino ¡Mira mamá, la luna nos persigue!
Creía en el hogar, este era su mayor sueño y su cuento preferido " HOGAR DULCE HOGAR"  soñaba con la casita de chocolate y golosinas y con esos pequeños pasos correteando hacia sus brazos, esa chimenea decorando el salón y  ella sentada delante disfrutando del calor y del abrazo del Rey del Castillo, soñaba que dentro de aquel escondite de felicidad, había cosas por pulir que con el tiempo y mucho cariño harían de su hogar un hogar más firme y sólido, cada día al irse a dormir cerraba los ojos  e imaginaba como sería su mundo perfecto dentro de aquel mundo tan imperfecto, un mundo donde existiese la EMPATÍA  y las personas se ayudasen las unas a las otras,  donde no se juzgase a la gente sin conocerla y cada uno viviese su vida de tal modo que no le quedase tiempo de vivir la vida de los demás.
Cada noche sus sueños eran más ambiciosos, incluso llegó a soñar con un mundo en el que no existían las guerras ni sus daños colaterales, donde se cambiaba el hambre por la abundancia, un mundo en el que los niños correteaban sin zapatos por las calles por el único placer de sentir el chapotear de los charcos en sus pies y  que sus atuendos cochambrosos eran debido a lo bien que se lo habían estado pasando jugando en el parque, sus balones hechos de papel envuelto de cinta adhesiva  se convertían como por arte de magia en un balón de cuero, haciendo de sus partidos la mejor de las finales y como no, con la mejor de las recompensas, SUS SONRISAS.

Soñar es gratis, eso es verdad, pero aquella niña deseo cumplir sus sueños con tantas ganas que hizo cuanto estuvo en su mano para lograr todos sus propósitos, NO HAY TRAYECTO FÁCIL EN NINGÚN SUEÑO CUMPLIDO, porque si algo deseas has de aferrarte a ello con todas tus fuerzas,  si no estás en lugar adecuado, se lo suficientemente valiente como para tomar las decisiones que hagan cambiar las cosas, porque  EL MUNDO NO CAMBIA, NUESTRA APTITUD LO DEFINE. 

 Rosana- Llegaremos a tiempo